
Una Lady Cachonda
Me pasaron el dato de que se rodaría una película sobre romanos, en la época en que invadieron las islas.No era un papel protagónico, pero como no tenía nada mejor que hacer, allí fuí.
Como toda película de época y de acción, tenía cantidad de extras, muchos de ellos gente del lugar.Curiosamente había mucho personal ocioso y con dinero.Era época de vacaciones, y muchos jóvenes se apuntaron, aunque fuesen de familias ricas, sólo por el hecho de probar, y poder decir."Yo hice una película con tal actor o actriz famosos".Aunque los protagonistas no eran de primera línea, la producción era digna y no teníamos la sensación de estar rodando un fiasco.
Entre los extras había una chica morena y muy hermosa, que da la casualidad era la hija del Lord dueño de uno de los castillos en los que se rodaron algunas escenas.Me diréis que no tenía ninguna necesidad de hacer aquello, con un padre podrido de dinero y con una ristra de castillos que ni siquiera visitaba una vez al año, como aquél en que rodábamos.Coincido con vosotros, pero aquella era una "Lady" muy especial, como veréis a continuación.
Cuando empecé a tirarle los tejos todo el mundo me dijo:¡cuidado! Que su padre si se entera te puede perjudicar muchísimo.Pero a mí, un pobre actor sin pertenencias mas allá de la mochila, ¿qué daño podía hacerme?.Y la chica merecía la pena:era de esas con algo de músculo, prietas y repingonas, no se sabe si por genética o por obra del aerobic o las pesas.Una cara sensual, con la boca de labios rosados y gordezuelos, que daban ganas morder al instante.
Me quedaban cinco días de rodaje y me dije:¡ahora o nunca!, y no es que fuera muy salido (acababa de dejar una relación al salir para Inglaterra), pero la Lady me ponía.Tenía algo de princesita de cuento que le daba morbo.Así que me la
llevé en un descanso del rodaje a un lugar del parque solitario, con la excusa de ensayar unas tomas.
Lo gracioso era que las escenas ni siquiera tenían diálogo, dos palabras y basta y tanto ella como yo lo sabíamos.Pero se dejó hacer, y hoy pienso que tal vez me llevó ella a mí y no al revés. Pero bueno, lo que importa es que llegados al punto, nos besamos con tanto fuego que estuve dos días con los labios morados como si hubiera estado comiendo frutas silvestres por el bosque.La tiré virtualmente al suelo cubierto de hierba, le quité como pude el corsé, dejándola con el pecho al aire.Sus tetas, redondas y grandes, me decían:Ven y cómeme...ven y cómeme...y eso hice, chupeteándolas y provocando en la chica unos gemidos que se oirían hasta en la mas lejana torre del castillo.
Aunque hablábamos, mejor dicho jadeábamos en ingles, más o menos lo traduciré para que os hagási una idea.Amplié con ella mi conocimiento del inglés porno, porque no bien mi lengua resbaló hacia su perfecto ombligo, empezó a decirme todas las guarrerías que os podáis imaginar.
-¡Muéstrame tu polla de semental! Te voy a mamar la polla y a exprimírtela! decía mientras me liberaba de mi traje de época y dejaba mi rabo tieso al aire.
--Oh, que macho más hermoso eres!...dame tu polla para que la chupe...Me puse a horcajadas sobre su pecho,y aquella princesita me cogió de la herramienta con una mano, mientras con la otra se frotaba el coño, y os aseguro que podía hablar mientras mamaba.
-Mmmm, que buena está tu verga?...¿te gusta?... mmmm,y me lamía el glande como si fuera un polo de fresa.Yo me uní a aquel diálogo morboso, y también le decía:--¡zorra, abre bien la boca para que te llegue a la garganta!Mueve la lengua sobre mi capullo, así, así...ohhh, ¡qué gusto, qué bien que me la mamas!Aquella combinación de lengua y de lenguaje, hizo que ambos llegáramos al clímax enseguida, y en pleno parque del castillo familiar, me desbordé y le eché un chorro de leche hasta la campanilla.Puso cara de gato satisfecho y se tragó hasta la última gota.
Tuve ganas de catar el sabor de su coño aún estremecido por la corrida, y fuí bajando con mi boca por su vientre, hundí la lengua en el pelo de su pubis, y llegué por fin al clítoris mojado y palpitante.Se lo empecé a lamer, dándole lenguetadas fuertes y rítmicas, y ella gemía y se apretaba contra mi boca.Gradualmente mi polla fué recuperando la tersura, y cuando tuve a mi lady a punto de caramelo, y rogándome más guerra, se la metí hasta el fondo por el coño, mi pecho contra su espalda, mientras le sobaba el clítoris y una teta.
-Ohhh, me vas a hacer correr...¡Fóllame más fuerte!, ¡más rápido!, asíiii, asíii, ohhhh, me corro, me corro....y se corrió tan fuerte que en cada contracción de su vagina parecía que me apretaban la polla con unas tenazas.
Caliente a más no poder y casi a punto de correrme yo también, la saqué de su coño, la puse a cuatro patas, y la ensarté por el culo, de donde entraba y salía pensando sólo en inundarle el esfínter con mi leche.Y lo hice, hundiéndole los dedos en las nalgas y con un último empujón brutal hasta el fondo.Mis pelotas chocaron con fuerza contra su sexo y mi descarga le llegó hasta dentro y rezumó por el agujero de su ano cuando retiré mi herramienta...
Ella parecía de nuevo una princesita delicada, tendida en la hierba sobre su vestido azul violáceo.
Repetimos aquellos encuentros durante todos los días del rodaje, aunque yo, cuando me preguntaban por ella, decía.¿Ésa, no...ésa es demasiado delicada para mí!...Es una Lady...y yo un pobre actor...Y para mis adentros, completaba la frase:es una lady, pero el título que más le va es el de cachonda.
silvia FOTOS
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