Fanatica de los Juguetes Sexuales - 1ª Parte
Como lo prometió solamente se tardó un par de minutos, al subirse al auto le dije – en verdad que dan ganas de subir a un cuarto – como el hotel es bastante elegante, le propuse subir a una habitación, y para mi gusto respondió – sabía que te gustaría este lugar, sólo que a mí me encanta usar juguetes, que por cierto, siempre los traigo en mi portafolios, no se sabe cuando se van a necesitar, ¿te animas? – esa clara invitación no le iba a desperdiciar, subí a la administración y pedí una habitación con cama king-size y jacuzzi para poder disfrutar del encuentro.
Al estar dentro del cuarto me pidió que la esperara porque iba a darse un baño, con el placer en los ojos me dijo – si gustas, ve sacando lo juguetes del portafolio – asentí y lo abrí para sacar los más de 10 juguetes que estaban dentro, consoladores, vibradores, estimuladores y bolitas anales, en fin, una buena variedad de artículos para dar y recibir placer, no me di cuenta cuando salió del baño, me abrazó por la espalda y me dio un delicioso beso en el cuello, cosa que me empezó a calentar, luego bajó sus manos hasta mi pantalón y empezó a acariciar mi caramelo hasta tenerlo bien tieso, después, poco a poco fue bajando el cierre para tomarlo entre sus manos y poder aumentar la sensación de placer que me estaba dando, puse mis manos hacia mi espalda y pude sentir que estaba completamente desnuda, acaricié su piernas desde los pies hasta sus paraditas nalgas, cuando pasé mis dedos por su monte de Venus, peludo y caliente, Paty emitió unos gemidos que fueron como música para mis oídos, mientras buscaba dentro de ella para extraer sus jugos, Paty pasaba sus manos y lengua por mi espalda y cuello, eso también me estremecía y calentaba cada vez más, sin dejar de darnos caricias y besos, nos pusimos frente a frente, me agaché un poco para besar sus grandes pezones sin dejar de meter los dedos en su húmeda cueva, mientras, ella me daba una buena masturbada en una forma tierna, y por momentos, agresiva, ya estábamos bien calientes y me propuso – usa lo que quieras conmigo y por donde quieras, estoy ardiendo y necesito bajarlo con sexo – alargué la mano y tomé lo primero que encontré, era un estimulador anal, lo lubriqué bien y poniéndola de a perrito, se lo fui metiendo por su estrecho orificio, empezó a jadear por el placer que estaba sintiendo, con la voz entrecortada, me dijo - ¿quieres hacerme una doble penetración? – de inmediato respondí - ¡claro que si! – señalando hacia los juguetes me pidió que le diera un consolador de látex que tiene cabeza por los dos lados – lo lubricó con saliva y poniéndose boca arriba y con las piernas levantadas me pidió que se lo metiera por ambos orificios, lentamente le enterré aquel grueso consolador, al entrar totalmente gritó de placer y dijo – ahora muévelo rico papacito, mételo todo y sácalo, pero que no se salga de mis hoyos – obedecí y comencé con el mete–saca mientras con la otra mano acariciaba sus ricos melones, seguimos así por un rato hasta que me dijo que quería usar las bolitas anales, la lubriqué perfectamente y se las metí una a una en su ansioso ano, mientras atacaba con mi lengua su panocha, comenzaban a escapar sus jugos y para no dejar que se desperdiciaran, los bebí hasta que alcanzó el primer orgasmo, mi herramienta ya se encontraba lista para la batalla, así que ella me acostó boca arriba y me lo chupó hasta casi hacerme venir, después bajó hacia mis huevos y se metió una a uno en la boca, esta sensación me enloqueció, le pedí que se montara sobre mí, con una cara de insaciable dijo – espera, estamos a la mitad del encuentro, quiero hacerte gozar como nunca – dicho esto, bajó aún más, de detuvo entre mis huevos y culo y me hizo la más caliente caricia con la lengua que haya recibido jamás, mi mente se perdió en el placer, unos instantes después, levantó mis piernas y siguió su camino hasta mi estrecho orificio e introdujo en él su inquieta lengua, casi me hace explotar de placer con el beso negro, Paty lo hacía de una forma que las sensaciones son indescriptibles, le rogué que me dejara penetrarla, accedió al fin diciendo – no quiero que te vayas a venir muy rápido, estoy muy caliente y necesito sentirte hasta que quede satisfecha – se montó sobre mi y se metió toda la reata hasta el fondo, mientras yo besaba y mordía sus pechos, ella cabalgó unos minutos y luego se acostó totalmente y comenzó un movimiento rotatorio de sus caderas que la llevó a un nuevo orgasmo, se recostó unos momentos sobre mi pecho y dijo con cara de satisfacción – ¿cómo quieres que me ponga para que tu también disfrutes? – le dije que mi posición favorita es la de perrito, rápidamente se colocó con sus ricas nalgas hacia arriba ofreciéndome sus 2 orificios – quiero clavarlo por los 2 lados, ¿puedo? – le pregunté y ella respondió – no solo puedes, lo necesito por todos lados, solo ponte condón al hacerlo por atrás – para no perder tiempo tomé el condón y me lo puse rápidamente, luego le metí mi caramelo por su ardiente vagina y el estimulador anal por atrás, al principio lo hice muy despacio y fui aumentando el ritmo hasta que estaba a punto de venirme, le quité en juguete anal, saqué mi miembro y se la dejé ir por el culito de un jalón, ella emitió un gemido que era de dolor y placer juntos, se metió el vibrador por delante y lo puso a funcionar a la velocidad máxima, seguí entrando y saliendo de aquella apretada cueva, sintiendo la vibración que llegaba desde su panocha, la cuál, aumentaba nuestro placer, no pude resistir más y exploté dentro de su delicioso ano, inundando el preservativo de semen, sin darme tiempo a reaccionar, se dio la vuelta, me quitó el condón y me dio una mamada que me dejó totalmente exprimido y fuera de control.
Cuando reaccioné, Paty estaba abrazada a mi y con una sonrisa de placer me comentó – estuviste bastante bien, pero... – la interrumpí - ¿acaso ya te vas? – sin dejar de sonreír dijo - ¡no tonto!, solo estoy esperando que te repongas para continuar con nuestro encuentro, nada más que ahora quiero usar los juguetes contigo, ¿aceptas? – creo que el asombro se dibujó en mi cara porque me dio un apasionado beso y luego continuó – estoy conciente de que nunca te han penetrado, pero eso es lo de menos, te voy a iniciar en el delicioso uso de los juguetes y vas a gozar como nunca, te lo aseguro, además lo voy a hacer muy tiernamente para que lo disfrutes al máximo – finalizó diciendo, tomamos un baño en el jacuzzi y... el segundo tiempo de este encuentro se los voy a describir el mi próximo relato.
Don Pato
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