Tres Rubias Cachondas
Pamela y Rita son las más agresivas, y dan más de lo que toman, y Mandy es la más dulce y pasiva, y la que más se deja querer.Pero en realidad todas se quieren mucho.Viven juntas, trabajan juntas(tienen un pub para chicas) y por supuesto, follan juntas.
Tienen un dormitorio enorme, lleno de pesado terciopelo y cojines de seda, con una cama gigante donde además de dormir, hacen sus travesuras.
Cierta vez les pregunté, (yo, que soy el encargado del pub y un gay amante de las pollas, cuanto más grandes, mejor):-Oídme, chicas, y eso de ser lesbianas realmente os hace olvidar de una buena minga?Porque si Dios os ha dado dos agujeros además de la boca para que os metan algo, ¿cómo es que no sentís la necesidad de follar con un tío?
-Pues verás, contestaron riendo...es que no necesariamente tiene que haber un tío para meterte cosas por el coño o por el culo.Hay juguetitos diseñados para eso, están las manos, y en casos muy especiales, puedes meterlas hasta la mitad del antebrazo
-¡No me digas!
-Sí pero esa es una práctica muy delicada y especial.Habitualmente usamos cosas más corientes,:consoladores,vibradores, las manos, la lengua...
-Pues yo, que voy de experto en sexo, me avergüenzo de confesar que jamás he visto un rollo entre lesbis, ni siquiera una película.... ¿vosotras me dejarías presenciar uno de vuestros "menage a trois" lésbicos?Yo me quedaré en un rincón,sentadito y sin hablar, y sin hacer nada que os moleste.Vamos chicas, que soy lo más parecido a un hermanito menor que tendréis nunca!
-Ven mañana que es día de descanso a cenar a casa y te contestaremos, dijo Pamela,que hasta en el nombre se parece a una vigilante de la playa famosa...
Allí fuí, con un ramo gigante de rosas rojas para Rita, de color amarillo para Pamela, y de rosas té para Mandy.Cenamos pasta con una salsa estupenda,regada con Chianti sin postre y coronada por un café de Jamaica negro y caliente como algunos amantes que me busco de vez en cuando.
Dejaron todo recogido en un santiamén, y me indicaron un sitio privilegiado, un sillón con orejeras frente a la enorme cama cubierta de terciopelo granate.Se sacaron la ropa en un santiamén y sus espectaculares cuerpos desnudos relucían en la habitación de luz cálida y tenue.De un arcón habían sacado sus juguetes:pollas con correas para atar a las caderas, consoladores de colores vibrantes y de varios tamaños, para el culo, para el coño...Pamela se ató a las caderas las correas de un consolador en forma de polla rosa y , después de haberle comido bien el coño a Mandy que estaba estirada voluptuosamente sobre la cama,y de hurgar en sus dos agujerillos con un vibrador pequeño, le hincó aquella polla rosada en el chocho, y la muy guarra de Mandy se retorcía de placer. Tanto le gustaba que pasó al ataque subiéndose encima de Pamela y cabalgándola como si fuera John Wayne con tetas, que mientras tanto Pamela le lamía con fruicción, mientras le abría las nalgas con ambas manos para que la polla gigante se le metiera bien adentro.Mientras tanto, Rita y yo mirábamos, y ella se tocaba el conejo, hasta que no aguantó más y se unió a la acción poniéndose otra polla similar a la de Pamela, y dándole por culo a la viciosa Mandy que no se ataba nada pero recibía ¡de todo!
-Goza, Mandy, córrete criatura...que Pamela y yo te lo damos todo!, decía Rita mientra empujaba el rabo artificial en el agujero trasero de su amiga. Y Pamela, contagiada, la imitaba:
-Mira como te lleno el coño, querida Mandy, ¿te gusta?
-Siii, me gusta mucho, no paréis de moveros...aghh, me voy a correr, me vengo, me vengo.Y yo ví como las dos entraban y salían furiosamente del culo y del chocho de Mandy, que se retorcía en una cascada de orgasmos que no acababa nunca.Pero no se quedaroncomo hace la mayoría de la gente después de un polvo, adormilada, o abrazada, o casi inerte.No, ellas se acariciaban y besaban sensualmente, como preparándose para un segundo asalto.Y así fué, porque acto seguido de nuevo Pamela penetró a Mandy por el coño, y la dulce rubia le comió el conejo a Rita, que se había sacado el consolador, y ésta le daba por el culo con un vibrador a Pam, que se ve que siempre prefería que le dieran por allí y no por el coño...Follaron así hasta que se corrieron todas juntas, entre gritos y diciendo obscenidades.Yo fuí pasando por distintas etapas.Obaservador curioso, observador contagiado...y no creáis que me empezaron a gustar las mujeres..noSólo que me hubiera gustado que me dieran con uno de aquellos enormes cañones.Pero como no podía ser, al tercer polvo ajeno me dormí y me perdí una parte de la fiesta, así que no puedo contarla.Solo sé que de vez en cuando me despertaba y las tres seguían follando en distintas posturas .Cuando me desperté del todo a la mañana, me habían tapado con una manta y aquellas tres fieras estaban devorando un desayuno pantagruélico.Claro, con la energía que habían gastado...
-Eh, dijo Pamela mientras me sevía un café y un bollo.Sigues pensando que todas las mujeres necesitan un hombre para tener un placer sexual completo?
-Evidentemente no, dije, dándole un mordisco al bollo... sobre todo tú .Mejor para mí, habrá menos que repartir...
silvia FOTOS
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