El Podologo
Habíamos caído en la cama dos días después de conocernos en su consulta.Freddy es podólogo y se enamoró instantáneamente de mis pies.
-Son encantadores,decía, mientras me curaba una uña un poquito encarnada.
-Bueno esto está.Sana, sana, culito de rana...Me dió unos besitos muy suaves en el empeine, cosa que me dejó totalmente descolocada.No sabía si pegarle o reirme.Opté por esto último, porque los besitos me habían producido cosquillas de placer,como las burbujas de un espumoso en la nariz.
-Perdona, no he podido resistirme, son encantadores, repitió.
Lo miré.Aquel hombre moreno, guapo,esbelto, era especial.Amaba el objeto de sus cuidados.Estaba impresionada.E intrigada ...¿besitos en los pies?
Antes de irme, ya habíamos quedado, y en la segunda cita ya estábamos colados el uno por el otro.
Llegamos a la puerta de casa.Era tarde, pero no queríamos despegarnos.En otras palabras, ambos íbamos calientes, pero con los pruritos típicos de la primera vez:Quién se lanza primero...¿él o yo?¿ y si reboto?
-¿Me dejas entrar?apretaba su miembro contra mí.Yo lo deseaba.Una latina y un afro.Mi piel canela contra su piel café sobre mis sábanas.Hmmm.Lo probaría.Y esos besitos que me dió en la consulta, sobre el empeine...
-Entra.
Una vez dentro ni yo ofrecí una copa o un café,ni él lo necesitaba.Me aplastó contra la pared del pasillo, oprimiéndome con su cuerpo mientras sus manos resbalaban por el mío.
-Dios, ¡que guapa eres! musitó.Después, como decía al principio, caímos en la cama.Me desvistió ,lo desvestí.Su polla era oscura, larga, gruesa.
Se la chupé.La cogí con la mano.La meneé hacia un lado y hacia el otro.La lamí.La froté.Le acaricié los huevos.Se corrió.
Me tragué su esperma lamiéndole el glande.
-En seguida me recupero, dijo.Pero mientras ...Se deslizó cama abajo por las sábanas hacia mis pies.Los cogió con ambas manos y empezó a chuparlos milímetro a milímetro.Dedo a dedo.Los besaba, se los metía en la boca, los lamía.Cada caricia iba inflamando mi sexo e hinchando mi clítoris.
-Son encantadores, volvió a decir.
Me hizo poner en cuclillas sobre sus pies, y comenzó a acariciar mi vulva con ellos.Sus dedos aleteaban contra mi raja, frotaban mi clítoris, masajeaban mi ano...Yo estaba muy caliente.
-¿Quieres que te la meta? Preguntó.Él estaba erecto e imponente otra vez.
-Sí, le respondí.Se estiró de espaldas, y me senté sobre su verga tiesa.Yo misma me la fuí metiendo hasta que estuvo toda dentro, y lo cabalgué galopando hasta que me corrí empapando su polla y sus testículos. Salió de mi interior y me chupó la vulva hinchada comiéndose mis jugos con el mismo deleite con que acariciaba mis pies.
Fué otra vez cama abajo hasta mis pies.
Colocó la polla erecta entre los dos, juntándolos con las manos, y empezó a follarse la hendidura que quedaba entre ambos.Sentir su polla mojada ir y venir entre las plantas de los pies, extrañamente me puso a mil, y comencé a tocarme el coño hasta que ví que estaba por correrse.Cerraba los ojos y empujaba como si en ello le fuera la vida.Froté mi clítoris con fuerza, y llegué al orgasmo en el momento en que él eyaculaba, llenándome de esperma las pantorrillas, los pies y hasta los muslos. Fumamos un pitillo, volvimos a follar como dos fieras, y a corrernos él en mi boca y yo en la suya.Pero no se quedó después del tercer polvo.
Se vistió y se fué, después de besarme y de darle besitos a mis empeines, y por supuesto de decirme:son encantadores...
Se perdió en la noche.Y se perdió del todo,porque después de aquello lo llamé y me daba largas...
Seguramente habrá encontrado alguna chica con los pies más bonitos.
Y seguramente le estará diciendo:son encantadores.
Tendré que buscarme otro podólogo... FOTOS
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